Según el diccionario de la real academia de la lengua la gratitud se define como: “Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”
Desde pequeños se nos enseña a agradecer por los obsequios que recibimos, de forma mecánica le pedimos a nuestros hijos que agradezcan por aquello que les regalan. También es un gesto de cortesía hacia los demás ante un gesto amable, cordial. Y nos quedamos en esto, sin ver lo profundo y el valor que tiene agradecer.
La gratitud está presente en nuestras vidas, pero no en su justa medida y no con la conciencia de su poder. La utilizamos de forma mecánica, pero ¿realmente somos conscientes de su poder?, ¿Sabemos todo lo que puede hacer por nosotros?
La gratitud te conecta con tu ser, con tu verdadero yo. Eleva tu vibración y emite una frecuencia que atrae a tu vida más motivos por los que agradecer.
Para mi es una herramienta terapéutica que te saca del túnel, en que estas metido al emitir baja vibración, es decir al estar triste, sin autoestima, deprimido, con miedo, rabia… y te conecta con la vida. Cuando te sientas triste, bajo de autoestima o cualquier otra forma de baja vibración, tienes la oportunidad de cambiar el foco y agradecer por todo, por la experiencia que tiene un mensaje profundo para ti, aunque quizá en ese momento no seas capaz de verlo.
Fijar tu atención en todo aquello que hoy ya hay en tu vida y agradecer por ello, de forma inmediata hace que tu vibración se eleve. Es importante en este punto conocer las leyes de la consciencia y saber que eso que mantienes en tu mente es lo que se manifiesta en tu vida, es decir, que con la gratitud puedes cambiar esa señal que emites pasando de atraer justo aquello que no quieres a todo lo contrario.
La metafísica nos recuerda esto, la importancia de vibrar alto, muy alto para que todo lo que nos llegue tenga esa misma vibración.
La gratitud es esa herramienta que de forma fácil nos permite vibrar alto, traer a nuestra vida más de lo que nos gusta y queremos.
La verdad es que cuando estamos en momentos bajos no nos apetece agradecer, el ego se regocija en ese dolor, quizá tampoco se nos ocurra porque agradecer. Pero si de verdad queremos transcenderlo, queremos dejarlo atrás, o estar simplemente bien, la gratitud es la herramienta que necesitamos.
La vida es una constante fuente de motivos por los que agradecer, cada minuto, cada oportunidad, cada experiencia tiene en sí una sabiduría que hemos de reconocer.
Todos tenemos infinidad de cosas por las que agradecer, empezando por nuestra familia y seres queridos. ¿Hace cuánto no agradeces por tus hijos? ¿agradeces por lo que tienes ya en tu vida?¿agradeces por lo que has conseguido?
Es posible que tú ego con sus programas te diga que no hay nada por lo que agradecer, tú decides si lo que quieres es quedarte en la baja vibración y atraer más situaciones de baja vibración o tomar el mando de tu vida y dirigirte de forma consciente hacia una vida mejor y mejor.
Lleva el foco, tu atención a todo lo maravilloso que hay hoy en tu vida, las cosas más cercanas, nuestras necesidades que hemos llamado básicas, y que tenemos más que cubiertas.
Para mí la mejor forma de darme cuenta de todo lo que por lo que agradecer es hacerme la siguiente pregunta ¿Y sí mañana solo tuviese en mi vida aquello por lo que hoy he agradecido? ¿qué cosas, personas y situaciones te gustaría que continuarán en tu vida mañana? ¿Cuántas cosas empiezan a tomar valor y que no te habías planteado que sean un motivo por agradecer?
A tus seres queridos ya los he mencionado, pero por decir alguno más: tu vivienda, tu cama, la ropa, el agua caliente, la electricidad, los electrodomésticos, el coche…. quizás no dispongas de alguna de estas, pero algo de lo que todos disfrutamos: el aire que respiramos, la luz del sol, la naturaleza …
Haz la prueba, agradece y siente, nota como con cada agradecimiento te sientes mejor, mejor y mejor. Este uso es inmediato: para, respira y agradece.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, cuanto más tiempo estés agradeciendo y sintiendo esa gratitud más se expande este sentimiento.
Lo mejor de todas estas herramientas es que son gratis y puedes experimentarlas para decidir si las llevas o no a tu vida. No te lo creas, practícalo para ver qué pasa y descubre el poder que tienes, el poder de dirigir tu vida. También te digo si no estás dispuesto a experimentar y tus convicciones son férreas, ni te molestes, tendrás razón. Tanto si crees que puedes como si no, tienes razón.
La gratitud además sirve para manifestar tus metas. Conocemos la Ley de la Atracción y para que la ley funcione una de las claves es SENTIR que ya tienes, vives o estás en la situación deseada. Agradecer por tu objetivo cumplido tiene esa función, esa frecuencia que el universo recibe para proporcionarte lo que sale de ti. Por eso cuando quieras manifestar o co-crear, has de agradecer por anticipado a su manifestación en el plano físico. (Te recomiendo que siempre que pidas algo incluyas en la petición la frase “Esto o algo mejor y para el mayor bien de todos los implicados, de forma armoniosa y placentera”)
La verdad es que cuando empiezas a conocerte a ti mismo y a las leyes que rigen el universo puedes agradecer por todo y por todos, cada situación te aporta algo lo veas en ese momento o no. Cada situación tiene algo tuyo, algo que está en tu interior (ley del espejo) y cuando te das cuenta, aunque no sepas que es aquello que está provocando la situación, puedes agradecer porque todo es perfecto tal cual.
Agradecer te pone en el camino de sanar, de transcender aquello que está en ti que provoca dicha situación. Recuerda que agradecer cambia tu vibración. Vive cada situación reconociendo que está ahí para mostrarte algo tuyo, algo que llevas escondido en el baúl del subconsciente, en lugar de buscarle una explicación o lamentarte por la situación comienza a agradecer porque te has hecho consciente de ella, puesto que es el primer paso para transcenderla y de esta forma dejes de repetir el patrón en tu vida.
Aquí tienes la meditación que hemos creado para expresar Gratitud y vibrar alto.